martes, 9 de mayo de 2017

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El independentismo de los Pujol y la superioridad moral

En estos días vivimos los catalanes una clara insatisfacción, nos sentimos engañados, o en algunos casos cómplices de haber permitido a una élite de prohombres catalanes, que han gobernado nuestro país en los últimos 23 años (1980 – 2003), con el apoyo de la mayoría de los catalanes como si fuera su propio cortijo.

A pesar de la existencia de moscas cojoneras, que insistentemente avisaban de la corrupción que estaba en las entrañas de la Generalitat de Pujol, desde la primera legislatura con Prenafeta como secretario de Presidencia y  los primeros nombramientos…, los medios y la amplia mayoría de los catalanes seguimos durante 23 años la teocracia impuesta por la familia Pujol, arropada por un pseudoindependentismo ficticio que nos hacía votarlos una y otra vez.

Mucha veces el pujolismo (corriente política hegemónica en Catalunya), confundió el “Govern de la Generalitat” con “Catalunya”, “CiU” con “Catalunya” y “Pujol” con “Catalunya”, y se llegaba a una veneración del patriarca Pujol, más parecida a una teocracia catalana que a una democracia, donde se permitía al Honorable dirigir el país como si fuera el adalid de la autoridad moral de Occidente y cualquier crítica a su persona o forma de actuar era considerada una crítica  a la identidad catalana.


Por suerte para los catalanes, la saga política de los Pujol se rompió en 2014, cuando se imputó a Oriol Pujol (hijo del Honorable  y previsto sucesor del mismo en la dirección del país) en el caso itv.

La caída de la línea sucesoria, ha llevado a ir destapando los trapicheos continuos de clan Pujol, y ha hecho caer la venda de los ojos, a muchos de  los que llevaban votando al Pujolismo o sus criaturas ( CiU, PdC,…)  .

El Pujolismo no habría podido existir, si no hubiera estado apoyado por los ciudadanos, que consciente o inconscientemente e influenciados por los medios y un falso sentimiento identitario  íbamos votándolos;  Pujol ( 1980, 1984, 1988, 1992,  1995, 1999, 2003) y Mas (2010, 2012, 2016).


El clan Pujol no pudo actuar sólo, su enriquecimiento personal y debía ser conocido y arropado por sus más íntimos colaboradores (recordemos que Lluis Prenafeta, Macià Alavedra y otros grandes amigos de Pujol están investigados en varios casos casos de corrupción y enriquecimiento personal).

El movimiento  independentista catalán, si realmente desea cambiar el escenario político, debería liderar la limpieza de la lacra Pujolista, (que continua activa en actual gobierno de la Generalitat y PdC) y separar activamente de la escena política totalmente a los políticos que hubieran apoyado, colaborado u ocultado la trama corrupta.


No nos sirve con la blanda postura de Carme Forcadell Presidenta del Parlament el dia 9 Mayo de 2017 a RAC1 : “Tolerancia cero con la corrupción y que la justicia vaya más deprisa , tenemos ganas que se acabe de una vez y hacer limpieza, y dejar ya  de hablar de este tema que realmente es reiterativo “ , que se asemeja a la política que usaba Esperanza Aguirre en Madrid para tapar sus casos de corrupción.

Y si realmente se desea con honestidad una República independiente, es necesario y obligatorio antes de cualquier crear un nueva soberanía, hacer una limpia y definir previamente y de forma democrática abierta el modelo y reglas de Gobierno que debiera tener Catalunya para que ninguna TEOCRACIA CATALANISTA infecte el futuro de nuestro país.

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